Estudios Realizados
Las citoquinas son proteínas de bajo peso molecular esenciales para la comunicación intercelular (que también llevan a cabo neurotransmisores y hormonas) y que son producidas y liberadas por varios tipos celulares. Controlan funciones biológicas y fisiológicas bastante criticas como la reparación tisular, diferenciación y maduración celular, inflamación y respuesta inmune, tanto local como sistémica, apoptosis, etc.
Generalizar los efectos de todos estos componentes proteicos es imposible, aún así, de acuerdo a sus funciones se clasifican en autocrinas, paracrinas y endocrinas. Las citoquinas se caracterizan por su redundancia: muchas de ellas comparten funciones similares. Además, son pleiotropicas: actúan sobre muchos tipos celulares diferentes y una célula puede expresar receptores para más de una citoquina.
Las citoquinas que se unen a anticuerpos tienen un efecto inmune más fuerte que el que tienen solas. La SVF tiene un porcentaje importante de células generadoras de anticuerpos como son los linfocitos.
Por todo esto, favorece e impulsa la acción y respuesta por parte del sistema inmune, mediante acciones específicas e inespecíficas. Ambas necesarias para llevar a cabo la correcta regeneración y restablecer el equilibrio biológico.
Los factores de crecimiento que se liberan en la SVF, y como respuesta celular a la infiltración de la misma, es constante y en cantidades y concentraciones mayores que los que se pueden obtener mediantes técnicas de obtención de plaquetas del torrente sanguíneo, ya sea mediante kits de PRP o mediante un proceso de aféresis completo.
En resumen, las consecuencias que se desprenden son un incremento de la angiogénesis en la zona, una disminución de la inflamación, una señalización quimiotáxica y de anti-apoptosis celular (no solamente en la zona tratada), una beneficiosa remodelación de la matriz extracelular, la activación de todas las células existentes en reposo y un efecto trófico celular.